Encuentre su bodega o viñedo
2 Bodegas y viñedos en venta en Les AOC du Roussillon
Antiguo monasterio rehabitilado con bodega y viñedos
Bodega en Rousillon
Bodega con 10 ha de viñedos en ECO y con apartamentos para turismo enológico
AOC Corbiéres
Infografía de la Denominación de Origen
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AOCs de Rousillon
HISTORIA
Bañados por el sol mediterráneo, acariciados por los vientos del golfo de Lyon, los viñedos de la región producen vinos marcados por su carácter meridional con un toque exuberante que se hace notar en boca desde el primer momento. Gracias a un clima favorable y a la buena maduración de las uvas, los bodegueros del Languedoc elaboran vinos corpulentos y generosos en materia. Los taninos de los tintos se muestran muy presentes lo que no impide que sean redondos y aterciopelados que provienen de los mejores terroirs.
Mientras que la mayoría de las zonas vitícolas francesas han primado las denominaciones de origen a los vinos de mesa, el Languedoc Roussillon ha practicado una mezcla a riesgo de a veces crear algo de confusión.
Después de haber sido durante un siglo la gran zona de producción de vinos de mesa, el Languedoc-Roussillon renace con brillo propio después de 30 años gracias a una nueva generación de bodegueros talentosos. El caso de esa zona vinícola es especial dentro del panorama vinícola francés, se trata de un viñedo que dispone sin duda de todo lo necesario para hacer buen vino (clima, suelo y subsuelo también) pero que sin embargo soporta todavía el peso de un dudoso pasado. Todo el S.XIX y durante gran parte del S. XX se ha practicado una viticultura intensiva destinada a una producción de masa, sin otro interés que conseguir un alto nivel de alcohol en los vinos. Si bien esta tendencia ha cambiado hoy en día, seguirá marcando todavía la personalidad de los vinos de la región. Durante mucho tiempo los viñedos de la llanura fueron más buscado que los de las laderas, con la replantación y la recreación de viñedos abandonados, los mejores terroir no han sido todavía explotados a su nivel más óptimo. Además, las denominaciones regionales poseen de cara al gran público una imagen de vinos baratos y mediocres coartando las ambiciones de los bodegueros más ambiciosos y mejor dotados. Sin embargo, estos bodegueros se han volcado con entusiasmo en una revolución cualitativa y ese pasado no va lograr que el mundo se pierda los mejores vinos del Languedoc-Roussillon.
Y por supuesto no dejaremos de mencionar la gran calidad de los vinos dulces naturales, bien sean Muscat o de Garnacha como los vinos de Rivesaltes, Maury y Banyuls. Bastante desconocidos y sufriendo quizás de una imagen de vinos antiguos, estos vinos deben ser redescubiertos.
En 30 años el viñedo del Languedoc Roussillon ha pasado de 500.000 ha a 250.000 ha, dejando marcas en el paisaje de los estigmas del arranque masivo que está lejos de haber terminado.
SUELOS
Geológicamente, el Roussillon es una zona convulsa que ha sufrido profundas convulsiones en el Terciario y el Cuaternario. Está marcado por el levantamiento de los Pirineos, que modeló su relieve dotándolo de multitud de suelos con caracteres muy distintos. Una diversidad única en el mundo. Terruños tan poderosos que este material crudo y cincelado solo puede producir grandes vinos.
CLIMA
El viñedo del Roussillon está expuesto a un clima exigente por excelencia, con sus veranos calurosos, sus otoños e inviernos suaves y sus lluvias concentradas en otoño y primavera. Cada dos días, el viñedo es azotado notablemente por la Tramontana, un viento del norte predominantemente seco que se traduce en unas condiciones sanitarias excepcionales y reduce los tratamientos fitosanitarios.
VINOS DULCES
Esta región del Languedoc-Roussillon es la más importante en cuanto a la producción de vinos dulces naturales, en otros están los reconocidos Banyuls, Maury y Rivesaltes. Estos vinos actuales son los herederos de aquellos vinos dulces de alto contenido en azúcar que eran apreciados en la antigüedad por los romanos. Es a partir del S.XIII y gracias al descubrimiento en 1285 de Arnau de Villanova, profesor de medicina de la facultad de Montpellier, que estos vinos conocieron un mayor recorrido. Este hombre descubrió que al añadir alcohol en la fermentación se paraba la fermentación. Este descubrimiento permitió a los bodegueros de controlar a su deseo las fermentaciones de los vinos dulces. Hoy se permite agregar alcohol viníco neutro (96% vol.) en una proporción de 5 a 10% del volumen del mosto que está fermentando. Solamente cuatro variedades de uva son autorizadas: Garnacha, Macabeo, Muscat y Malvasía. El contenido alcohólico final debe estar entre 15 y 18% vol.
Después de la fase de fermentación y con excepción de los Muscat que están destinados a beberse jóvenes, estos vinos dulces pasan una crianza en barricas o en tanques o en botella antes de comercializarse. El tiempo de crianza es entre dos y 20 años y a veces más según el tipo de vino deseado. Es con el tiempo como alcanza ese color y perfumes tan sutiles que los distinguen. A veces los vinos se conservan en damajuanas de unos 60 litros al aire libre expuestas a los rayos del sol y a los cambios de temperatura. Esta exposición acelera los efectos del envejecimiento y oxida el vino.
En Languedoc-Roussillon se cuentan nueve AOCs que cubren 12.000 ha: Banyuls y Banyuls Grand Cru, Maury, Muscat de Rivesaltes, Rivesaltes, Muscat de Frontignan, Muscat de Lunel, Muscat de Mireval y Muscat de Saint-Jean de Minervois. Es destacable no olvidar el Muscat de Beaumes-de-Venise, en el vecino departamento de Vaucluse en la Provenza y el Muscat de Cap Corse en Córcega.
BODEGAS
Domaine Bertrand Bergé, Domaine Gardés, Domaine de la Rectoría, Domaine sarda-Malet, Domaine Vial Magnères, Domaine La tour vieille, Domaine de Casanova, Domaine du Mas Blanc, Domaine du Clos de Fées, Domaine Olivier Pithon, Domaine Le Soula, Domaine Boudau, Châteaux Champs de Soeurs, Domaine Puig-Parahÿ, Domaine le Roc des Anges, Mas Amiel, Domaine Gauby.