Encuentre su bodega o viñedo
6 Bodegas y viñedos en venta en Les AOC du Languedoc
Château Bio con 78 ha de las cuales 10 ha de viñedo
Chateau AOC Minervois
Infografía de la Denominación de Origen
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AOCs Languedoc
HISTORIA
Fundado por lo griegos, desarrollado por los romanos, el viñedo del Languedoc ha ido creciendo a lo largo de los años, hasta el punto de ser la bodega de la Francia obrera durante casi 50 años antes de iniciar un giro cualitativo que celebran hoy en día muchos amateurs.
La cultura de la viña parece encontrar sus orígenes en las colonias griegas que conquistaron todo el mediterráneo, pero es a partir del S.II a.C. y la llegada de los romanos cuando se desarrollará verdaderamente la viticultura. A partir de entonces se crea la via Domitia, se trazó entre el Ródano y España, en torno al 110 A.C. y la región de Narbona conoce un éxito sin precedentes, se convierte en el punto de tránsito privilegiado para la importación de vinos romanos al oeste de la Galia. Esta vía de pasaje va a permitir la emergencia de la viticultura en las regiones cercanas al sudoeste (Toulouse, Gaillac, Cahors, Bordeaux, Charente) a lo largo de los siglos y durante toda la presencia de Roma. Desafortunadamente, la caída del Imperio Romano precipita la economía del Languedoc, muy dependiente de su comercio con Roma.
La paz volvió con los monjes, benedictinos y cistercienses, cuyas abadías sirvieron de base para la recolonización del país. Los viñedos recuperaron sus derechos: los vinos de Lagrasse o Fontfroide sedujeron incluso al sumiller de Carlomagno. Desafortunadamente, la cruzada albigense o cátara, que vino a exterminar la herejía cátara, rompió una vez más este buen impulso.
El viñedo no se recupera, con la competencia de las regiones vecinas, el Languedoc se contenta de producir vino para la consumición local. La guerra de 100 años y después las guerras de religión abandonan al viñedo. Con la paz en 1598 la región retoma su esperanza, el crecimiento de la población al que se da salida hacia España e Italia fomenta que los productores planten masivamente en las laderas. El período de 1600 a 1660 es una edad de oro, pero la superproducción acecha y ninguno otro mercado que no sea de la cuenca del mediterráneo puede absorber la oferta. El Languedoc se encuentra en competencia con la región bordelesa que controla el tráfico fluvial del río Garona. Un nuevo periodo de recesión llega al Languedoc.
La prosperidad no volvió hasta el siglo XVIII, con el auge de las comunicaciones que rompió el aislamiento de las Corbières gracias, en particular, a la construcción del Canal du Midi. Pero no es hasta la llegada del tren en 1858 a Perpiñan que la viticultura vivirá una verdadera transformación. El tren abarata considerablemente el coste del transporte y el Languedoc se encuentra en una posición de fuerza para iniciar una producción masiva. Entre 1852 y 1875, la superficie del viñedo pasa de 294.000 ha a 463.000 ha. Un récord, aunque el odio y la filoxera hacen sus estragos. Se convierte a principios del S.XX en el viñedo más grande Francia, representando el 40% de la producción nacional, tanto es así que un año de producción pletórica se convierte en una congestión a nivel nacional. Así las añadas 1899, 1900 y 1901 son tan voluminosas que el mercado nacional se cayó. Además, a los vinos del Languedoc les hace la competencia los vinos de Algeria, también en producción masiva. La revuelta de 1907 está en germen.
De 1905 a 1910, se suceden 6 cosechas abundantes agravando las crisis del viñedo mediterráneo. Los problemas de 1907 terminan trágicamente con la muerte de varios manifestantes con motivo de los enfrentamientos con la armada. Esta crisis no fue ni la primera ni la última. Hasta los años 1980 la viña estaba orientada hacia una producción de masa de vinos de mesa y vinos de la tierra. Todavía hoy en día este viñedo se encuentra atrapado en la historia con una crisis actual que obliga a arrancar varios miles de ha de viñedo. En 30 años el viñedo del Languedoc Roussillon ha pasado de 500.000 ha a 250.000 ha.
SUELOS
Sobre los diferentes terrenos del Languedoc, las variedades de uva se expresan de forma diferente. En los cantos rodados de Saint-Christol, la Monastrell puede producir aromas intensos de cuero y especias mezclados con aromas de frutas negras. Mientras que los suelos calizos de Pic Saint-Loup, la Syrah en toda su elegancia y fineza en este terroir excepcional va a desarrollar notas a pimienta, especias, cassis y violetas y si el vino es joven las notas a maderas pueden aparecer. Con el tiempo los vinos tintos evolucionan hacia aromas de cacao, cuero y caza. Aquellos vinos con Garnacha Tinta están marcados, después de algunos años, con notas de alquitrán y asado. Pero en general todos estos viñedos están más o menos impregnados del entorno donde crece la viña, así el tomillo, romero, laurel y el sotobosque pueden ser identificables.
Las denominaciones más alejadas del mar y situadas en altitud (a veces 500 metros) como en algunas zonas de Corbières, nos muestran unos vinos de climas más fríos y más delicados. Los taninos menos densos son sedosos y muy finos. Los suelos de la AOC Corbiéres son un buen ejemplo de los suelos del Languedoc, cercano a los pirineos y en los contrafuertes meridionales del Macizo Central, bañado por el mediterráneo muestran una gran variedad de suelos.
Esta AOC Corbières presenta la doble ventaja de ser suficientemente amplia para ofrecer una gran variedad de terroirs y de extenderse desde las orillas del mar mediterráneo hasta el borde de la ciudad de Carcassone. Los once terroirs que componen la denominación, entre ellos Boutenac, Sigean, Lagrasse, Quéribus, Lézignan o Serviès, respetan los diferentes tipos de suelos que encontramos. Si hacemos un corte después de la laguna de Sigean hasta el bosque de la Pinède, cerca de Boutenac, encontraremos los diferentes tipos de suelos que separan las terroirs de las denominaciones.
Antes de la existencia del Macizo de Corbières, la región era una penillanura donde el suelo estaba compuesto de calizas y pizarras. Es en el cretáceo hace 100 millones de años cuando la península ibérica ha experimentado un movimiento hacia el continente europeo y se formaron los relieves de los Pirineos como es el del Macizo de Corbières. Es la razón por la que la región es una tierra poco uniforme, donde aparecen continuamente pequeños relieves accidentados hasta el mar. Además, la erosión ha acentuado esta diversidad. En las zonas cultivables, son los suelos arcillo-calcáreos los que dominan con variantes según el terroir: arcilla roja en Boutenac, terrazas de cantos rodados en Lézignan, margas en Quéribus o Serviès, pizarras en la zona alta de Corbières o calizas coralinas al borde del mediterráneo, como en Sigean.
En función del suelo donde crece la viña, los vinos ofrecen una tipicidad muy variable. Además, la climatología tiene una influencia determinante también, si a las orillas del mediterráneo el clima es cálido y húmedo, en las zonas con altitud el frescor y las variaciones diurnas de temperatura favorecen la creación de vinos más finos y elegantes (sobre todo blancos).
CLIMA
Dominado por la influencia mediterránea y que se encuentra en la vegetación típica del monte bajo. Ciertos terruños, los más occidentales, sienten la influencia oceánica.
BODEGAS
Mas de Daumas Gassac, Domaine de L’Aupilhac, Mas Champart, Mas Jullien, Cols Marie, Domaine Peyre Rose, Domaine du Grand Arc, Mas de Martin, Domaine de Montcalmès, Château Oupia, Domaine Jean-Baptiste Sénat, Château La Voulte-Gasparets, Priéuré de Saint-Jean-de-Bébian, Domaine Léon Barral, Domaine Canet Valette, Domaine Cazes, Domaine de la Garance, Château de Jonquières, Domaine Borie la Vitarèle, Domaine del l’Ancienne Mercerie, Clos de l’Anhel, Mas Cal de Moira, Caves de vignerons de Camplong, Domaine la Croix de Saint-Jean, Domaine Maxime Magnon.