Bodegas en venta en AOCs Médoc – Donde reina la Cabernet Sauvignon

Los grandes vinos del Médoc ven la vida en rojo. De un color rubí como los vinos de Haut-Médoc al negro profundo de los grandes Pauillac jóvenes, la paleta de colores evoluciona en un largo registro.

La gran variedad de terroirs y de AOCs en el Médoc se expresa en una gran diversidad de vinos, que se elaboran con una variedad de uva dominante, la uva cabernet sauvignon, que presenta la particularidad de ofrecer reflejos violetas que con la edad se van perdiendo, la variedad envejece muy bien estando el vino muy vivo con destellos intensos a los 30 años. Generalmente los vinos de las AOC Haut-Médoc, Médoc, Moulis et Listrac presentan una capa color rubí que con los años evolucionará hacia un color teja. Los vinos de Margaux y de Saint-Julien presentan una capa más densa, en los vinos de Pauillac también encontramos un tono oscuro y los vinos de Saint-Estèphe son corpulentos y opacos. En nariz el Médoc muestra notas de cassis, especias, cedro tabaco, moka, cacao, regaliz y otros… La uva cabernet sauvignon cultivada en estas tierras calientes se da estupendamente, los suelos están compuestos de pequeñas piedras y de arena con un poco de arcilla y son los que ayudan a mostrar la complejidad aromática del cabernet sauvignon. Suave como un Margaux corpulento y generoso como un Saint-Estèphe, profundo como un Pauillac… Los vinos de Margaux son identificables gracias a su gran suavidad y una cierta forma de feminidad. Mientras que los vinos de Pauillac poseen estilos contrastados, asimilables a los tres primeros crus classés, golosos y seductores como Mouton Rothschild o Lynch-Bages, potentes como Château Latour y Pichon Longeville, más reservados como Lafite Rothschild o Duhart-Milon. Por su parte los Saint-Julien se sitúan a mitad de camino entre los pauillac y los margaux, mientras que los Saint-Estèphe manifiestan su corpulencia por una cierta opulencia y bastante cerrados en boca.

EL VIÑEDO

El viñedo del “pais del medio” o “país entre dos aguas” ya que está rodeado de dos bastas superficies de agua a ambos lados, el Médoc es casi una isla que fue el último territorio de la Gironda donde apareció la cultura de la viña. En algunos siglos esta zona se ha convertido en el viñedo más prestigioso del mundo, donde los châteaux se erigen como catedrales dedicadas al vino.

Estas dos superficies de agua son el océano atlántico y el estuario de la Gironda. El paisaje del viñedo es llano con colinas ondulantes repletas de viñedos. Aquí es muy importante la superficie de cada Château, más que en otras zonas. También la presencia en el paisaje de los bellos châteaux de estilo a veces grandilocuente acentúa la opulencia de la región. Parece que siempre estuvieron allí inmutables y nos trasladan en la historia. Esta zona del Médoc siempre fue una zona de pioneros, poco habitada en la Edad Media, fue poblada y cultivada por generaciones de hombres venidos de todos los países de Europa y de otras regiones de Francia, un poco como el far west. Decenas de pueblos, pobres y grandes fortunas se han sucedido en estas tierras con el fin de modelar el viñedo que conocemos hoy en día. Construidos sobre tierras vírgenes, los châteaux han crecido rápidamente, lejos del modelo feudal sobre el que se han desarrollado otros viñedos bordeleses. Un dinamismo que ha conferido al Médoc de modernidad desde los S. XVII y XVIII, hasta convertirse en el viñedo más próspero de Burdeos. El mejor testimonio es sin duda la clasificación de 1855 que teóricamente cubría todos los vinos de la Gironda. Hoy en día los 60 châteaux del Médoc clasificados representan unas 3.000 ha de viñedo, un 20% de la superficie del Médoc.

En el Médoc la densidad de plantación es de 10.000 pies la ha en muchas parcelas.

LAS AOCs

Sobre estas tierras de cantos donde solo se elabora vino tinto, principalmente a partir de la variedad cabernet sauvignon, el Médoc se compone de 8 AOCs, 6 comunales y 2 subregionales.

Aunque este viñedo parece bastante extendido, en realidad solo cubre 16.500 ha, es decir un 14% del viñedo bordelés. Se extiende sobre una franja estrecha, a lo largo de la orilla izquierda del estuario de la Gironda, para dejar paso al bosque y al litoral más al oeste. Desde Blanquefort al sur hasta Saint-Vivien de Médoc, en los confines de la punta norte de la semisla, se encuentran una detrás de otra 8 AOCs, repartidas en dos familias: dos AOCs subregionales que conjuntamente cubren la totalidad del viñedo del Médoc y 6 AOCs comunales, circunscritas a pueblos concretos. Algunos châteaux producen una pequeña cantidad de vino blanco, como Château Margaux (Pavillon Blanc) o Château Talbot (Cailou Blanc) pero estos vinos solo pueden acogerse a la AOC regional de Burdeos.

AOC Haut-Médoc: cubre 4.708 ha. de viñedos. El nombre de la AOC se debe a su situación geográfica río arriba. Comienza en Blanquefort al sur y termina en Saint-Seurin-de-Cadourne, al norte, cubriendo la parte meridional del Médoc, comprendidas las 6 AOCs de los pueblos de Margaux, Moulis, Listrac, Saint-Julien, Pauillac y Saint-Estèphe. Puede servir de AOC de respaldo cuando los vinos no son suficientemente buenos para las AOCs de cada pueblo.

AOC Médoc: cubre 5.750 ha. de viñedos. Si nos fijamos en los textos de la AOC, cubre íntegramente el viñedo del Médoc. Pero en realidad los crus que reivindican la AOC Médoc se situan a continuación de la AOC Haut-Médoc, la parte río abajo del viñedo desde Saint-Ysans-de-Médoc hasta Saint-Viviende-Médoc.

AOC Margaux: cubre 1.493 ha, este viñedo es el más amplio dentro de las 6 AOCs comunales y se extiende sobre 5 pueblos (Margaux, Cantenac, Soussans, Arsac, Labarde). También es la AOC que reagrupa el mayor número de Crus Classés, un total de 21, habiendo 1 Grand Cru Classé, Château Margaux. Esta AOC se caracteriza por un terreno de gravas que aporta al vino una finura incomparable.

AOC Moulis: cubre 630 ha de viñedos. Esta pequeña AOC debe su nombre a la cantidad de molinos que había presente en otros tiempos en la zona. No posee ningún Cru Classé, pero su reputación se ha construido sobre la calidad y la homogeneidad de los 40 crus de Moulis, entre los que están Château Poujeaux, Chasse-Spleen et Maucaillou son los más ilustres representantes. El hecho de su lejanía del río, hace que la AOC sea más sensible a las variaciones del clima, por ejemplo, a las heladas y si las condiciones climáticas son difíciles estos châteaux serán menos eficientes.

AOC Listrac-Médoc: cubre 623 ha de viñedos, es la más pequeña AOC del Médoc y como en el caso de su AOC vecina (Moulis) no cuenta con ningún Cru Classé. Las dos AOC comparten su sensibilidad a los cambios climáticos. No por ello deja de haber buenas propiedades, los antiguamente llamados classés crus bourgeois como Château Clarke, Fourcas-Dupré, Fourcas-Hostens o Fonréaud. Propiedades que expresan maravillosamente la parte afrutada a la vez que carnosa de los vinos de Listrac.

AOC Saint-Julien: cubre 909 ha de viñedos. Si la AOC no posee un Premier Cru Classé, Saint-Julien reagrupa de todas formas 11 crus classés que representan por sí mismos más del 80% de la AOC. Esta concentración cualitativa es una de los éxitos de estos vinos. Château Léoville las Cases es el más buscado de todos junto con sus compañeros Ducru-Beaucaillou y Léoville-Barton.

AOC Pauillac: cubre 1.204 ha de viñedos. Solamente en esta AOC se juntan 3 Premiers Crus Classés de los 5 que hay, Château Latour, Château Lafite Rothschild y Château Mouton Rothschild. Esta característica dice mucho sobre la calidad de la AOC ya que como en su vecina Saint-Julien, el total de crus classés representa el 80% del viñedo de toda la AOC. Aquí se elaboran algunos vinos que son de los más conocidos de Burdeos y su clase, su complejidad aromática y su finura inimitables les sitúa en la cima de la producción regional.

AOC Saint-Estèphe: cubre 1.226 ha de viñedos. Es la más septentrional de las AOCs comunales y sobre todo conocida por la tipicidad de sus vinos: espaciados, con cuerpo y dotados, los mejores vinos de la AOC, de una gran finura. También es la AOC que tiene la geografía más accidentada, enarbola terroirs de muchos contrates. Viñedos como Montrose, que linda con el río o Cos d’Estournel, el otro Second Cru Classé, encaramado en la cima de una de las colinas más altas de Médoc. Este Château Cos D’Estournel se considera un super segundo que rivaliza a veces con los Premiers Crus Classés y es el que ha portado el estandarte de la AOC.

LOS SUELOS

El terreno del Médoc está esculpido por el agua de la Garona y de sus afluentes, diseñando cotarros en las sucesivas colinas, perpendiculares a la Gironda, sobre las que se implantan las AOCs comunales. El Médoc no solamente está rodeado de agua, sino que el agua le ha dado su paisaje actual. Un trabajo geológico que se ha llevado a cabo durante millones de años pero que hace del Médoc una construcción geológica bastante reciente. Al final del Cuaternario, un calentamiento climático provoca un derretimiento del hielo y libera importantes masas de agua. Estas aguas llevan con ellas una cantidad de sedimentos. Arenas, gravas, arcillas, piedras y cantos que extienden como una capa en las superficies y forman los que llamamos las gravas. Durante cerca de unos 2 millones de años, estas famosas capas sedimentarias de grava se depositan sobre el soporte de piedra caliza terciario, vestigios de los mares tropicales del pasado. Las capas se dividen en cuatro tipos concebidos en diferentes épocas y se distinguen por su altitud decreciente. Las más antiguas son las gravas pirenaicas de las altas terrazas, que forman principalmente la parte oeste del viñedo del Médoc, AOC Moulis. Después se juntan a lo largo del último millón de años del Cuaternario con las gravas de la Garona, de mayor dimensión y muy visibles en la AOC Margaux. Se componen de cuarzo, de arenisca, de silex, de lidio volcánico, de pedernal, de arena y de arcilla. Están repartidas por todas las AOCs del Médoc. Después nos encontramos con las dos extensiones de gravas de Mindel que componen las terrazas intermedias, las más importantes, situadas generalmente al borde de la Garona y finalmente algunas gravas de la época de Riss que son repartidas por la excavación del río actual.

En cada período la naturaleza modela los terroirs del Médoc atribuyéndoles una historia geológica diferente. Erosionadas por las aguas, empujadas por la elevación de la llanura de Charentes, las terrazas se convierten en cotarros de gravas en las cimas de las colinas perpendiculares al río, forma ideal para el drenaje de los suelos y favorecer la cultura de la viña. Así cuando observamos la sucesión de cimas de gravas a lo largo del río Gironda, se percibe que todas las AOCs están encarnadas en torno a estos cotarros de gravas en las cimas de las colinas y separadas entre sí por los arroyos, donde subsisten en lugares determinados las culturas del maiz y los chopos.

LA HISTORIA

Del S. XVI al XVII fue la llegada de la calidad al mundo del vino. Con la llegada de los holandeses a partir del S. XVI, el viñedo recupera poco a poco y se orienta progresivamente hacia una producción de calidad que va a poner el primer sello del futuro del viñedo girondino. Después de la derrota de la armada inglesa en Castillon en 1453, que marca el retorno de Aquitania al reino de Francia, el viñedo pierde su principal mercado que era Inglaterra. Una situación desastrosa para la viticultura, la comercialización de los vinos se divide entre 10 en unos meses. Es le final de una edad de oro o el comienzo de un período sombrío que durará más de 50 años. Pero es a comienzos del S. XVI con la llegada de la flota holandesa, elemento clave de la nueva potencia de Provincias Unidas, que el viñedo de Burdeos va recuperando poco a poco su color. Si los ingleses se interesaban por los claretes, vinos tintos ligeros producidos en la región, los holandeses buscaban sobre todo vinos blancos baratos para destilar para producir orujos, fáciles de transportar por vía marítima a los países lejanos y que pueden ser bebidos por los marineros. Es así como se inventó el Cognac y el Armagnac. La acción de los holandeses va a tener una influencia determinante sobre el viñedo bordelés, las variedades tintas se van reemplazando por las blancas mejor adaptadas al mercado. Hasta mediados del S. XX, Burdeos producía mayoritariamente vino blanco. Los holandeses gustaban también de los vinos dulces naturales, así también aseguraron el crecimiento de los viñedos de la región de Sauternes, Loupiac y de Bergerac.

A partir de mediados del S. XVII, comienza el comercio triangular entre Africa y Francia, y las colonias de las Antillas. Burdeos será uno de los principales puertos de negros. Este comercio también va a favorecer la exportación de vinos de Burdeos hacia el continente americano y así se abrirán nuevas salidas, sobre todo hacia el norte de Europa. En este contexto se crea una nueva generación de comerciantes venidos de Irlanda, Alemania, Holanda, Rusia o Suecia que se instalan en la ciudad de Burdeos e instauran las primeras dinastías de “negociants” bordeleses. El S. XVIII se anuncia como la belle époqu para Burdeos. Una edad de oro que se traduce en la mejora cualitativa de los crus. Los ricos parlamentarios de Burdeos crean sus châteaux vinícolas. Entre los más conocidos, los Ségur, Longueville, Malescot que son seguidos por los ricos negociantes de “la place” (bolsa de valores de los vinos de Burdeos). La expansión se sitúa alrededor de la ciudad de Burdeos, pero sobre todo en un terreno hasta entonces poco explotado, el Médoc. Esta tierra de pioneros se convertirá en el laboratorio de una viticultura moderna, liberada de las reglas feudales que rigen los viñedos más antiguos como Saint-Emilion o Pomerol. En este Médoc donde los pocos viñedos existentes no son explotados más que por algún monasterio, de repente florecen las grandes propiedades y en solo algunos años dominan el mercado de los vinos de calidad.

Es también a partir de 1745 que se hace referencia a las primeras clasificaciones de los mejores châteaux vinícolas, establecidos a partir de los precios de venta medios de los crus por los corredores de vinos de la ciudad. En 1765 la prosperidad del viñedo bordelés alcanza su máximo. Ese año 128.000 toneles son exportados, un récord. En el seno de este comercio internacional, los balances de poder han cambiado. América se convierte en una zona importante de exportación e Inglaterra no representa más que un mercado marginal, no contando con más de un 4% del volumen de vino exportado. Aunque los priviegios del vino son abolidos por Turgot en 1776, será la Revolució francesa de 1789 la que hará añicos esta prosperidad económica.

CLASIFICACIÓN

La clasificación de 1855 tuvo como fin hacer la mejor presentación de los vinos de Médoc en la Exposición Universal de Paris en ese año con Napoleon III como Emperador de Francia. La Cámara de Comercio de Burdeos decide establecer una clasificación por los corredores y negociantes de vino que se basaría sobre el precio medio de los vinos en las últimas añadas. Se establecieron dos clasificaciones, una para los tintos y otra para los blancos. Así solo los crus tintos de Médoc, los dulces de Sauternes y Château Haut-Brion son mencionados en las clasificaciones porque en la época sus precios eran dos veces más elevados que los vinos de Graves y tres vencen más que los de Saint-Emilion y Pomerol. Hay 61 crus tintos clasificados en cinco categorías. Esta clasificación histórica no ha sido modificada más que una vez en 1973 para promocionar a Château Mouton Rothschild al rango de Premier Cru Classé.

Premiers Crus Classés (5)

Chàteau Lafite Rothschild (Pauillac)

Château Latour (Pauillac)

Château Margaux (Margaux)

Château Mouton-Rothschild (Pauillac)

Château Haut Brion (Pessac-Léognan)

Deuxièmes Crus Classés (14)

Château Brane-Cantenac (margaux)

Château Cos d’Estournel (Saint-Estèphe)

Château Ducru-Beaucaillou (Saint-Julien)

Château Dufort-Viens (Margaux)

Château Gruaud-Larose (Saint-Julien)

Château Lascombes (Margaux)

Château Léoville Las Cases (Saint-Julien)

Château Léoville Poyferré (Saint-Julien)

Château Léovile Barton (Saint-Julien)

Château Montrose (Saint-Estèphe)

Château Pichon-Longueville (Pauillac)

Château Pichon-Longueville Comtesse de Lalande (Pauillac)

Château Rauzan-Gassies (Margaux)

Château Rauzan-Ségla (Margaux)

Troisèmes Crus Classés (14)

Château Boyd-Cantenac (Margaux)

Château Canon-Ségur (Saint-Estèphe)

Château Cantenac-Brown (Margaux)

Château Desmirail (Margaux)

Château Ferrière (Margaux)

Château Giscours (Margaux)

Chàteau d’issan (Margaux)

Château Kirwan (Margaux)

Château Lagrange (Saint-Julien)

Château La Lagune (Haut-Médoc)

Château Langoa-Barton (Saint-Julien)

Château Malescot-Saint-Exupéry (Margaux)

Château Marquis d’Alesme-Becker (Margaux)

Château Palmer (Margaux)

Quatrièmes Crus Classés (10)

Château Beychevelle (Saint-Julien)

Château Branaire-Ducru (Saint-Julien)

Château Duhart-Milon (Pauilllac)

Château Lafon-Rochet (Saint-Estèphe)

Château La Tour Carnet (Haut-Médoc)

Château Marquis de Terme (Margaux)

Château Pouget (Margaux)

Château Prieuré-Lichne (Margaux)

Château Saint-Pièrre (Saint-Julien)

Château Talbot (Sait-Julien)

Cinquièmes Crus Classés (18)

Château d’Armailhac (Pauillac)

Château Batailley (Pauillac)

Château Belgrave (Haut-Médoc)

Château Camensac (Haut-Médoc)

Château Cantemerle (Haut-Médoc)

Château Clerc-Millon (Pauilac)

Château Cos Labory (Saint-Estèphe)

Château Croizet-Bages (Pauillac)

Château Dauzac (Margaux)

Château Du Tertre (Margaux)

Château Grand-Puy-Ducasse (Pauillac)

Château Grand-Puy-Lacoste (Pauillac)

Château Haut-Bages Libéral (Pauillac)

Château Haut-Batailley (Pauillac)

Château Lynch-Bages (Pauillac)

Château Lynch-Moussas (Pauillac)

Château Pedesclaux (Pauillac)

Château Pontet-Canet (Pauillac)