Bodegas en venta en las AOCs Libourne – El reino de la Merlot y Cabernet Franc

La diversidad de los vinos de la región de Libourne, que engloba las AOCs Saint-Emilion, Pomerol y Fronsac es tan grande que es difícil de definirlos homogéneamente. En función del lugar donde crece la viña, de sus horas de sol, de las variedades empleadas, del método de vinificación y de la edad del vino, la paleta de colores y sabores es infinita. Si la presencia mayoritaria es de la uva Cabernet Franc, los vinos presentan un color más oscuro casi negro y aporta más corpulencia al vino sobre todo si son vinos de las laderas, sin embargo, si es la uva Merlot, el vino se caracteriza en su juventud por notas de frutos negros y rojos, como la mora, la ciruela y ciruela pasa y muy redondo y particularmente sedoso en boca. A estos aromas se suman los de cacao, café y vainilla de la madera de las barricas. Después también dependiendo del tipo de vinificación y del tiempo de vendimia a veces algunos vinos son más concentrados mostrando aromas más pesados a frutas confitadas y a la inversa algunos grandes vinos presentan una frescura en nariz con sus notas mentoladas. Una vez que el vino evoluciona en botella los aromas cambian a notas de caza y almizcle, champiñón (trufa), sotobosque y humus, son las notas terciarias del envejecimiento.

LA VIÑA

Libourne es una tierra histórica de la viticultura bordelesa, de la que Pomerol y Saint-Emilion son los más ilustres representantes. Su paisaje del viñedo formado por el hombre se funde con la naturaleza, sus relieves, sus bosques, sus arboledas, sus desniveles de tierra caliza, las cimas de sus colinas y sus valles. Son 2.000 años de viticultura ininterrumpida. Las misteriosas cuevas de caliza de Saint-Emilion, las huellas de los peregrinos de Pomerol a Compostela, el fantasma de Carlomagno en Fronsac son algunos elementos de su historia.

El viñedo de Libourne comprende diez AOCs que representan 12.500 ha de viñedos repartidos en tres sectores. Saint-Emilion es la más importante de las AOCs con 5.500 ha que se subdivide en dos: AOC Saint-Emilion y AOC Saint-Emilion Grand Cru con reglas más estrictas. En esta AOC también se nombran Cru Classés. Después están los cuatro satélites de Saint-Emilion: Montagne con 1.600 ha, Lussac (1.450 ha), Puisseguin (750 ha) y Saint-Georges con 185 ha. Estas AOCs tienen derecho a escribir Saint-Emilion al nombre de su pueblo.

El sector de Pomerol es más pequeño y cuenta con dos AOCS, el ilustre Pomerol con 760 ha y Lalande de Pomerol con 1.130 ha y finalmente el sector de Fronsac se sitúa sobre la otra orilla del río Isla y se compone de dos AOCS: AOC Fronsac con 840 ha y AOC Canon-Fronsac con 318 ha, siendo la más pequeña.

EL TERROIR

El viñedo de Libourne es considerado por muchos uno de los más dinámicos, ciertamente en su sentido de acogida y del gusto por el trabajo en equipo de sus viticultores. Si durante tiempo los vinos de Libourne fueron menos considerados que los vinos de Médoc, en los últimos 30 años, Saint-Emilion y Pomerol se han convertido en el alter ego de los vinos de la orilla izquierda. Y sus más prestigiosos vinos como Pétrus, Cheval Blanc y Ausone, se venden más caros que los Grand Crus Classés del Médoc. Este éxito ha sido impulsado por el turismo de la zona y por el gran trabajo de los viticultores en mejorar sus vinos. Además, en esta zona las bodegas tienen menos hectáreas que en el Medoc ya que la zona es más pequeña lo que la hace más exclusiva. Muchas personalidades internacionales han venido a Saint-Emilion y han comprado pequeñas bodegas para hacer sus vinos.

LOS SUELOS

Gracias a una geografía tumultuosa, las AOC de Libourne se distinguen por cuatro grandes tipos de suelo que confieren al vino una gran complejidad.

En el sector Saint-Emilion, encontramos cuatro grandes tipos de suelo. En el centro se encuentra la zona llana de piedra caliza asteroide cuya roca sale a veces a la superficie. Al sur de esta llanura, la pendiente abrupta llamada ladera está compuesta de una mezcla de arcilla, pedregal de piedra caliza y melazas. Al noroeste de la llanura, en dirección Pomerol, aparece un tercer tipo de suelo compuesto de una capa arenosa y de cimas de grava a veces con arcillas de gran profundidad. Y al sur, cerca de la Dordoña, se presenta el cuarto tipo de suelo compuesto de arena, silicio y arcillas limosas.

En el sector de Pomerol, si la geología de Lalande de Pomerol a los satélites de St. Emilion, la AOC Pomerol se extiende sobre cimas de grava donde el punto culminante es Pétrus, situado sobre una capa de arcilla pura. Los demás terroirs de la AOC se organizan alrededor de Pétrus de manera concéntrica. Cuanto más nos alejamos a l’Isle y la Barbanne, los dos reos que rodean la AOC, los suelos se vuelven más arenosos.

En el sector de Fronsac, de algún modo la AOC gemela de Saint-Emilion. La disposición de sus relieves y la composición de sus suelos, desde las riberas del río Dordoña hasta el norte de la AOC, hacen una reproducción fiel, en miniatura, de los suelos de Saint-Emilion y satélites.

EL CLIMA

Las terrazas soleadas, más allá del clima atlántico que inunda la región, las AOC de Libourne se benefician de una temporada baja calurosa y de un microclima debido a la influencia de los ríos Dordoña e Isla. El concepto de “millésime” o añada es una noción capital en Burdeos y es el resultado de la gran variación del clima según los años. De ahí la importancia para los viticultores de comprender estos cambios. Saint-Emilion, Pomerol y Fronsac se sitúan en el paralelo 45º a mitad de distancia entre el polo norte y el ecuador y se beneficia de un clima oceánico atemperado con matices incluso mediterráneos como testimonian los magníficos robles verdes en las llanuras soleadas. Este clima está marcado por desviaciones de temperaturas moderadas entre la estación estival y la invernal, una media anual de 12, 8º y con precipitaciones bien repartidas en todo el año. De todas formas, en Libourne poseen el clima más continental de todo Burdeos, por tanto, el más caluroso. Bajo la protección de los ríos Dordoña e Isla, los dos ríos que bordean las AOCs, Saint-Emiliion, Pomerol y Fronsac son el teatro de los veranillos propicios para una buena maduración de las uvas. De un año para otro, las diferencias de temperatura y las precipitaciones son a veces importantes, factores que marcan el carácter de cada “millésime”.

LAS VARIEDADES

Los vinos de Burdeos son grandes vinos de mezcla de variedades, cuya personalidad se logra mezclando las calidades de las principales variedades empleadas. Para la elaboración de vinos tintos, tres variedades son principalmente cultivadas en diferentes proporciones según las AOCS.

Merlot: es la principal variedad de Burdeos, ocupa un 58% de la superficie plantada en Burdeos y puede representar hasta un 75% en algunas AOCS. En Pomerol podemos encontrar incluso vinos con proporciones mayores de Merlot. Pétrus por ejemplo contiene un 95% de Merlot. De maduración más temprana que sus homólogos, el Merlot se cultiva en la mayor parte de los suelos de Burdeos. Puede dar su mejor expresión tanto en las laderas calizas soleadas como en los suelos de textura arcillosa con carácter fresco y húmedo. La uva Merlot aporta al vino un color oscuro, denso y aromas de frutas maduras rojas y negras (frambuesa, mora, grosella), así como la suavidad, la redondez y el tacto sedoso en boca. En Libourne se mezcla más a menudo con la uva Cabernet Franc que con la uva Cabernet Sauvignon.

Cabernet Sauvignon: es sin duda la variedad maestra del Médoc y de la región de Graves. Aunque es una uva más tardía que el Merlot, madura unas dos semanas más tarde, su mejor expresión se da en los suelos secos y cálidos que encontramos en estas dos zonas vitícolas. No sorprende decir que confiere su fuerte personalidad a los Grand Cru Classés del Médoc. Algunos châteaux como Latour o Mouton Rothschild, cuentan con un 80% de Cabernet Sauvignon en la mezcla final de sus grandes vinos. Esto aporta una gran complejidad aromática con notas a especias con la característica peculiar del pimiento y una gran presencia tánica en su juventud. Por eso los Médoc son quizás los vinos más difíciles para beber jóvenes. Sin embargo, después de algunos años comienza a domarse los taninos y se convierten en vinos muy elegantes y complejos que envejecen durante décadas, es el secreto de la longevidad de estos vinos.

Cabernet Franc: también llamado Bouchet en Libourne, es sin duda una de las variedades más antiguas de Burdeos. Se encuentra principalmente en Saint-Emilion donde ocupa entre el 30 y 35% de la superficie plantada y a veces más. Así es la variedad dominante en algunos vinos de los más prestigiosos de la AOC. Alcanza el 55% de la mezcla de Châteaux Ausone y 60% en Château Cheval Blanc. Muy exigente a la hora de cultivarla, tardía como su homóloga la uva Cabernet Sauvignon, es sin embargo, algo menos tánica y con menos color y siempre muy aromática. Por contra no la encontramos casi en Médoc ni en Graves.

Petit Verdot: es una forma arcaica de la uva Cabernet, pero posee muchas cualidades. Por mucho tiempo estuvo solamente plantada en el Médoc, hoy en día también la encontramos en Graves. Muy tánica y tardía como el Cabernet Sauvignon, es menos exigente a la hora de cultivarla y más resistente a la podredumbre. Es una variedad marginal ya que representa entre el 1 y el 5% de la mezcla de algunos Grand Crus Classés como Château Lafite-Rothschild, Latour y Mouton-Rothschild.

TRADICIONES

Los vinos de Saint-Emilion se crían lentamente bajo el suelo en cuevas cavadas en la roca caliza del subsuelo de Saint-Emilion. Cuevas que son un símbolo de la identidad e historia de estos viñedos. Si hay un lugar singular en este paisaje vitícola son las cuevas, se adivina la presencia por sus chimeneas, a veces en medio de la parcela, que emergen para asegurar la ventilación del lugar. El subsuelo de Saint-Emilion es como un queso gruyere donde 200 km de galerías se comunican entre ellas, a veces hasta en cuatro niveles diferentes.

Después del S. XII y has finales del S. XIX, la piedra ha sido explotada continuamente para la construcción de casas y edificios locales. Saint-Emilion es un testigo privilegiado de la historia de la piedra. Al final del S.XX, estas canteras han servido como cavas para las bodegas, pero sobre todo también de criaderos de champiñones. Una actividad que se abandonó hace algunas décadas.

Hoy en día, todas las propiedades situadas sobre la llanura, cerca del pueblo, poseen una cueva para la crianza de sus vinos en condiciones ideales. La temperatura es constante y corresponde con la media anual de temperaturas de la región.

Entre las cavas más espectaculares se encuentran las de Clos Fourtet, Château Belair, Ausone y Canon. Y algunas bodegas organizan visitas como Château La Couspade y Clos la Madelaine.

HISTORIA

Se trata de un viñedo milenario. Los romanos plantaron la viña en las laderas de Saint-Emilion. Libourne es un puerto de negocios histórico y Pomerol una etapa en el camino a Compostela. Hay pocas AOCs en esta parte de Aquitania, escondida por la historia, pueden presumir de una historia de amor tan larga con la viña. La viña habría sido plantada a finales del S.II por las legiones romanas de Valerius Probus, después de haber despejado el bosque de Cumbis, nombre primitivo del lugar de Saint-Emilion. Con el transcurso de los siglos, la ciudad se va enriqueciendo de villas romanas, como la del consulado y poeta Ausone. Después de la caída del imperio romano, Saint-Emilion se convierte en una ciudad religiosa, pero conservando la viticultura en la agricultura local. Pomerol, se convierte en una etapa del camino a Compostela y desde la Edad Media, Fronsac, donde Carlomagno eligió su domicilio, se convierte en la cuna histórica de los vinos de calidad de la región.

La Edad Media va a dar forma al viñedo de Libourne, hasta tal punto que todavía en nuestros días, la pequeña dimensión de los viñedos en manos de un propietario es herencia de aquel sistema feudal organizado en pequeñas propiedades. Con el tiempo la región se inscribe en el despertar del desarrollo vinícola bordelés, gracias a Libourne, importante puerto de negocios de vino en el río Dordoña, que va a favorecer las exportaciones hacia los países del norte principalmente.

El año 1884 marca una fecha importante para la historia del vino porque, en ese año, Saint-Emilion crea el primer sindicato vitícola de Francia, 52 años antes de la creación de las AOCs. Y en 1948, los viticultores de Saint-Emilion reconstituyen la Jurade, la que en el S.XIII, administraba la jurisdicción de Sain-Emilion. Es la Jurade la que promulga la prohibición de la cosecha y el Juicio del vino nuevo y se organiza como un embajador de la tradición local, hace degustaciones y catas para la promoción de los vinos por todo el mundo. Hoy en día los viñedos de Saint-Emilion, Pomerol, Fronsac, gracias a una renovación permanente de sus viticultores y un sentido muy agudo del trabajo en grupo, están entre las AOCs más prestigiosas de Francia.

La clasificación de los grandes vinos de Saint-Emilion se revisa cada 10 años y es tratado como un procedimiento judicial, la próxima revisión será en 2022.

Premiers Grands Crus Classés A (4)

Château Angelus

Château Ausone

Château Cheval Blanc

Château Pavie

Premiers Grands Crus Classés B (14)

Chàteau Beauséjour

Château Beau-Séjour Bécot

Château Bélair-Monange

Château Canon

Château Figeac

Château La Gaffelière

Chatêau Canon la Gaffelière

Château La Mondotte

Château Larcis Ducasse

Château Pavie Macquin

Château Troplong-Mondot

Château Trottevieille

Clos Fourtet

Château Valandraud

Grands Crus Classés (64)

Château Balestard la Tonnelle

Château Barde-Haut

Château Bellefont Belcier

Château Bellevue

Château Berliquet

Château Cadet Bon

Château Cap de Mourlin

Château Chauvin

Château Clos de Sarpe

Chàteau Corbin

Château Côte de Baleau

Château Dassault

Château Destieux

Château Fougères

Château Faurie-de-Souchard

Château Fleur Cardinale

Château Fombrauge

Château Fonplégade

Château Fonroque

Château Franc-Mayne

Château Grand Corbin

Château Grand Corbin-Despagne

Château Grand Mayne

Château Grand-Pontet

Château Guadet

Château Haut Sarpe

Château Jean Faure

Château La Fleur Morange Mathilde

Château Laniote

Château Larmande

Châtaau Laroque

Château Laroze

Château Monbousquet

Château Moulin du Cadet

Château Pavie Decesse

Château Peby Faugères

Château Le Prieuré

Château Quinault l’Enclos

Château Petit Faurie de Soutard

Château Ripeau

Château Rochebelle

Château Saint-Georges-Côte-Pavie

Château Sansonnet

Château Soutard

Château Tertre Daugay

Château Villemaurine

Château Yon-Figeac

Château de Ferrand

Château de Pressac

Château l’Arrose

Château la Clotte

Château la Commanderie

Château la Couspade

Château la Dominique

Château la Marzelle

Château la Serre

Château la Tour Figeac

Château e Chatelet

Château les Grandes Murailles

Clos de l’Oratoire

Clos des Jacobins

Clos Saint-Martin

Clos la Madeleine

Couvent des Jacobins