Bodegas en venta en Neuquén y Río Negro, vinos que buscan reencontrarse con su pasado

Los viñedos de Neuquén y Río Negro, pertenecientes a la región de la Patagonia argentina, están considerados como los más australes no solo en Argentina, sino a escala global. Esta es la más austral de todas las regiones argentinas y la que está ubicada a menor altitud donde la viticultura se asienta en los márgenes de los ríos Negro y Colorado.

Estos territorios fueron descubiertos por primera vez por la expedición comandada por Fernando de Magallanes a principios del siglo XVI. Las ciudades más importantes son Viedma y san Carlos de Bariloche (Río Negro) y Neuquén y San Martín de los Andes (Neuquén).

En la provincia de Río Negro, con una geografía muy diversa, el clima es seco y frío, con inviernos con temperaturas bajas y veranos calurosos. Una parte del territorio perteneciente a la provincia de Río Negro sufre con frecuencia la presencia de tornados y tormentas eléctricas al encontrarse dentro del denominado Pasillo de los Tornados, área extensa y llana situada al este de la cordillera de los Andes donde se suceden con frecuencia estos fenómenos meteorológicos. La economía de ambas provincias está basada en la agricultura y la ganadería, aunque también encontramos actividades industriales y mineras.

Por su parte, en la provincia de Neuquén, la climatología es similar, con un clima de naturaleza continental, con inviernos con temperaturas frías y veranos con picos puntuales de calor extremo. La economía en esta provincia se basa en la explotación de hidrocarburos, como petróleo y gas. La construcción de diferentes centrales hidroeléctricas es responsable de que la provincia de Neuquén produzca más del 50% de la energía eléctrica que se consume en el país.

HISTORIA DEL VINO

El contacto de las provincias de Neuquén y Río Negro con el mundo vinícola viene dado por la llegada, a comienzos del siglo XIX, de Hilarión Fourque, conocido enólogo procedente de San Juan. Fourque importó a estas dos provincias variedades de uva criollas, aunque también traía consigo otras desconocidas hasta el momento en este área como la malbec o la cabernet sauvignon. Debemos destacar que estas variedades, junto a otras tintas como la merlot o pinot noir, son algunas de las más trabajadas en ambas provincias patagónicas por las bodegas de Neuquén o Río Negro. Ambas provincias han gozado en el pasado de gran predicamento dentro del sector vitivinícola argentino. Pese a que su actividad decayó a partir de los años 80, es importante recordar que hasta ese momento y por un periodo aproximado de 50 años, Río Negro fue una de las áreas argentinas de mayor producción, tercera en discordia tras Mendoza y San Juan.

En San Patricio del Chañar, Neuquén, se produce el resurgimiento de la actividad en 1997, aquí se han instalado los recientes emprendimientos vitivinícolas. El nombre de San Patricio del Chañar proviene de la conjunción: San Patricio (patrono de Campo Filone en Italia de donde provenían los colonos que emigraron al lugar en 1898) y Chañar (árbol local).

En el Alto Valle de Uco y en la Patagonia donde el clima frío supone un límite para las variedades de ciclo largo (que se cosechan más tarde, como cabernet o malbec), casas vinícolas como Salentein, Zorzal, Familia Schroeder, Chacra y Del Fin del Mundo apostaron sus fichas al Pinot Noir, de ciclo corto y de cultivo complejo, con gran éxito y ampliando la paleta de variedades por las que son conocidos los vinos argentinos.

VINOS Y BODEGAS

En el resurgimiento de las bodegas de Neuquén y Río Negro es necesario apuntar la importancia de la localidad de San Patricio del Chañar, situada en la provincia de Neuquén, donde a finales de la década de los 90 comienza a aflorar de nuevo la actividad vitivinícola.

Un buen ejemplo de ello es que se han plantado en 5 años 1.400 hectáreas de viñedo y la construcción de cinco nuevas bodegas en este tiempo. La población de San Patricio de Chañar, al igual que sucede prácticamente en casi todo el país, debe buena parte de su historia reciente a la emigración, en este caso, de italianos que se sentaron en esta localidad de la provincia de Neuquén.

Con excepción de la bodega Humberto Canale fundada en 1909, fue durante el período de 1920 a 1960 cuando en la región hubieron 260 bodegas pequeñas, medianas y grandes.

En cuanto a las bodegas situadas en la provincia de Neuquén destacan bodegas Añelo, bodegas NQN, bodegas Secreto Patagónico, bodegas Universo Austral, bodega Grittini, bodega Schroeder y bodega Valle Perdido.

La Bodega Fin del Mundo es muy conocida en San Patricio del Chañar, la zona se caracteriza por ser una región con precipitaciones muy escasas y vientos frecuentes. La altura sobre el nivel del mar es de tan solo 360 m pero por el hecho de encontrarse a 39º latitud sur, los viñedos gozan de una amplitud térmica superior a los 20º, lo que favorece la maduración lenta y armoniosa de las uvas.

Por su parte en la provincia de Río Negro encontramos compañías vitivinícolas como Chacras del sol, Río Elorza, Estepas, Basanta, Familia Basanta, Bodegas Agrestis, Infinitus, Bodega Noemía y bodegas Chacra, todas ellas en el Alto Valle. Recorriendo el este de la provincia aparecen Bodegas Océano, en Viedma y Bodegas Rivus en la localidad de Darwin.

PUNTOS DE INTERÉS

Entre los destinos más conocidos dentro de la provincia de Río Negro se encuentran las ciudades de Viedma (capital de la provincia), San Carlos de Bariloche y la localidad de Las Grutas, un destino muy famoso por sus balnearios. Otras destinos turísticos muy frecuentados son el Parque Nacional Nahuel Huapi (donde se localiza el lago del mismo nombre), Cerro Tronador (montaña más alta en la Patagonia) o Cerro Catedral, una de las estaciones de esquí con mayor éxito en Argentina.

La diversidad paisajística en la provincia de Neuquén es impresionante y por ello cuenta con un buen número de Parques Naturales como Los Arrayanes o el de Lanín y diversas áreas protegidas por el gobierno argentino. Además de estos recursos naturales el interés turístico en la provincia de Neuquén se centra en localidades como Villa Angostura o San martín de los Andes, que concentran buena parte de los visitantes, aunque también es necesario destacar el turismo invernal, enfocado a la práctica del esquí, o aquel que frecuenta las áreas acotadas donde se encuentran importantes yacimientos paleontológicos.