Encuentre su bodega o viñedo
Departamentos Bouches-du-Rhône (Marsella) / Vaucluse (Avignon)
Vinos de la tierra: estos vinos representan un tercio de la producción vinícola de la región. La indicación del departamento de Bouches-du-Rhône es vino de la tierra de les Alpilles.
AOCs regionales: esta denominación reagrupa las tres más amplias AOCs de la región, en primer lugar, la AOC Côtes de Provence con 20.300 ha, que se extiende por tres departamentos (Var, Bouches-du-Rhône y un enclave en los Alpes Marítimos) y produce un 87% de vino rosado. Después le sigue la AOC Aix-en-Provence con 4.100 ha que produce principalmente rosados.
AOC subregionales: una denominación reconocida en 2005 identifica cierta zona de Côtes de Provence, es AOC Côtes de Provence-Saint-Victoire con 2.225 ha, situada entre las poblaciones de Aix-en-Provence, Rians y Trets. Otra vez la producción de rosado es dominante con mucho. Y otra denominación al oeste de Bouches-du-Rhòne, la AOC Bau-de-Provence con 320 ha que produce principalmente vino tinto.
AOCs comunales: esas AOCs forman la élite de la producción regional. Podemos nombrar dos, AOC Palette es una minúscula denominación de 23 ha, situada cerca de Aix-en-Provence, solo cuenta con dos productores que producen blancos y rosados. AOC Cassis es uno de los viñedos del litoral de los más conocidos. La denominación cubre 180 ha y producen vinos blancos que sus mejores productores los consiguen de una gran fineza aromática, equilibrados y con frescura.
En el corazón de la Provenza luminosa, la viña, el olivo y la lavanda son su principal símbolo. Tierra de pintores y poetas y muchos artistas de paso encandilados por la luz de estas tierras y todo lo que la acompaña. El rosado de Provenza, fiel compañero de las vacaciones, nos ofrece un amplio abanico de colores con reflejos del salmón a la frambuesa según el método de vinificación utilizado. Los rosados, muy aromáticos ofrecen una paleta variada que se inclina por las frutas rojas con la fresa o la frambuesa, acompañados de notas florales de hinojo o del clásico olor a “bombón inglés”. Su éxito que se ha amplificado en los últimos años (hoy en día el rosado representa el 85% de la producción total de vino de la Provenza) deja un poco de lado aquellos vinos blancos de pequeñas producciones cristalinos con reflejos dorados, pajizos ya que cuenta con algo de Sémillon en la mezcla. Los blancos tienen menos nervios que sus homólogos de climas septentrionales, pero revelan una buena estructura aromática en boca donde podemos encontrar aromas a hinojo, anís, soto bosque, miel y frutas blancas, los mejores vinos se distinguen por su persistencia aromática. Los tintos pueden tener tonos rubís tenues como los Baux-de-Provence, intensos y con capa como los de Bandol, sin duda los mejores vinos de la región. Los tintos, más complejos que los rosados, desarrollan una gran paleta aromática compuesta sobre todo de frutas negras como el cassis, fruta curada como la ciruela, pero también cueros, caza, cacao y regaliz, también se mezclan con el tomillo, romero y laurel.
Entre los azules del cielo y del mar, los vinos de Provenza ven la vida de rosa, con rosados de reflejos salmón, a veces con un tono frambuesa. Los vinos blancos reflejan un tono pajizo y los tintos son intensos. Sobre las riberas del mediterráneo los vinos de Provenza liberan los aromas de sus tierras de origen, hinojo, soto bosque, fresa, frambuesa, especias… y en boca son opulentos, sabrosos, afrontados, tánicos, potente, muestran sin duda su lado seductor.
La nariz de un vino es el factor que mejor revela el terroir. Solo es necesario sentir en una copa durante algunos segundos los aromas para trasladarse a cualquier paisaje meridional que venga al espíritu como las laderas accidentadas de Bandol o Cassis… paisajes olfativos sobre todo cincelados por notas de soto bosque, especias, plantas aromáticas como el hinojo, firma ineludible de los vinos del sur de Francia.