Bodegas en venta en Santiago, centro económico y político de Chile, Melipilla y Talagante

Santiago es tanto la capital de la región Metropolitana como del país, por lo que aglutina gran parte de la administración y servicios de la región. Santiago de Chile, fundada por el conquistador Pedro de Valdivia, es la ciudad más poblada del país, con más de seis millones de habitantes y está considerada como una ciudad segura y con una excelente calidad de vida. Situada en una depresión, Santiago está caracterizada por una trama urbana en la que destacan amplias avenidas y la presencia en algunos barrios de una mezcolanza entre las antiguas casa de colonos españoles y franceses y casas señoriales y palacetes de estilo modernista.

Por su parte, la ciudad de Melipilla, capital de la provincia homónima, fue fundada en el año 1742 por el militar y político español José Antonio Manso de Velasco, quien también ocupó los cargos de Gobernador de Chile y Virrey del Perú, bajo el mandato de Carlos V. Entre los atractivos más populares que rodean la ciudad encontramos Pomaire, una pequeña localidad de 10.000 habitantes cercana a Melipilla, con una importante artesanía dedicada a la alfarería, una tradición que se remonta a tiempos anteriores a la llegada de los españoles. Otro de los atractivos turísticos para los llegados a Melipilla es la denominada Ruta del Queso, que permite conocer de primera mano el proceso de elaboración de algunos de los quesos más populares en tierras chilenas.

Por último, la ciudad de Talagante se encuentra situada a orillas de los ríos Mapocho y Maipo, y su principal conexión, aparte de Santiago, es con el puerto de San Antonio. Talagante, ciudad capital de la provincia de Talagante, data de 1837, año oficial de su fundación tras el terremoto sufrido. Además de la agricultura, y como sucede con Melipilla, la alfarería es una de las artesanías más apreciadas en Talagante y sus cerámicas tienen gran valor no solo en Chile sino también en el ámbito internacional. Como dato anecdótico, reseñar que tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI recibieron sendas cerámicas manufacturadas en Talagante como recuerdo de su visita al país chileno.

HISTORIA DEL VINO

Las primeras vides plantadas en Chile fueron traídas a mediados de 1550 por los misioneros de España, quienes necesitaban producir vinos para las celebraciones eucarísticas. Estos varietales españoles produjeron vinos chilenos durante varios siglos.

En el siglo XIX, Chile se independiza de las leyes españolas y las clases privilegiadas chilenas empiezan a viajar a Europa, teniendo la oportunidad de apreciar los vinos franceses. Con el inicio de la importación de los varietales de los grandes vinos de Burdeos, comenzó la era moderna de producción de este sureño país.

Algunas de las familias más adineradas de Santiago, con intereses en el sector de la minería, empezaron a iniciar proyectos en el sector vinícola. Entre ellas podemos citar las familias Toro, Undurraga, Concha y Cousiño. También en el siglo XIX se encuentran datadas las primeras plantaciones de la variedad cabernet sauvignon impulsada por Silvestre Ochagavía. El desarrollo de los canales de regadío con la finalidad de aprovechar las aguas de los ríos Maipo y Mapocho es clave en la modernización de la producción de vino en esta zona, en la que conviven bodegas boutique de reducidas dimensiones con grandes proyectos bodegueros como Concha y Toro, la mayor bodega chilena.

Con la muerte de Allende en 1973, Augusto Pinochet dio fin al proceso de nacionalización y devolvió los viñedos a las familias históricas. Desafortunadamente los diecisiete años siguientes trajeron la guerra civil pero cuando se restauró la democracia y la estabilidad en Chile, los productores internacionales quisieron invertir en el campo chileno, por su clima mediterráneo y atrajo el interés de empresas de Francia, Estados Unidos, España…

Empresas internacionales como Miguel Torres y Domecq de España y Mouton Rothschild y Lafite Rothschild de Francia se hicieron presentes. Aportaron moderna tecnología, enólogos con conocimientos avanzados, todo ello sumado a una nueva regulación y legislación en la producción de vino. Chile, pronto ocupó un lugar destacado entre los productores mundiales de vino gracias a la asociación que hacían los consumidores en el mundo con los varietales franceses de sobra conocidos a muy buen precio.

VINOS Y BODEGAS

Además de las viñas citadas anteriormente, también destacan proyectos enfocados a vinos orgánicos como los de las bodegas Antiyal, Viña Emiliana y Pargua. Otras bodegas presentes en Santiago son Haras de Pique, Santa Carolina, Veramonte, Concha y Toro, Santa Alicia, Tarapacá, Perez Cruz, Aquitania, William Fevre, Odfjell Vineyard, Ventisquero, Santa Rita, Cousiño Macul, Undurraga, Barón de Rothschild Almaviva y Viña Catrala. Mención aparte merece Viña Carmen, bodega que redescubrió en el año 1994 la variedad carménère, la cual se creía extinta debido a la plaga de filoxera acaecida en Burdeos en el siglo XIX. Dos años después, esta bodega desarrolló el primer proyecto chileno basado en esta variedad recuperada.

PUNTOS DE INTERÉS

Santiago de Chile es un centro económico y turístico gracias a su aeropuerto internacionales y la presencia de grandes empresas nacionales e internacionales, además de la Bolsa de Comercio de Santiago. Entre sus atractivos turísticos más importantes se encuentran la Catedral Metropolitana o el Palacio de la Moneda, el Museo Histórico Nacional o el Museo Nacional de Bellas Artes. A escasa distancia de la ciudad, en las estribaciones de la cordillera andina, encontramos numerosas estaciones de esquí que atraen anualmente un gran número de turistas de procedencia nacional interesados en la práctica deportiva.