Encuentre su bodega o viñedo
Infografía de la región
La tradición vinícola de Santiago y el Valle del Maipo
La región Metropolitana de Santiago es una región administrativa con capital en la ciudad de Santiago, que es también la capital de la nación. Está compuesta por seis provincias: Talagante, Santiago, Melipilla, Chacabuco, Cordillera y Maipo. Cabe destacar que se trata de la segunda región más pequeña en Chile (apenas 15.400 km2), pero, por el contrario, se trata de la más habitada, con un censo superior a los 7.100.000 habitantes. La región Metropolitana de Santiago, desde un prisma vitícola, se encuentra englobada dentro de la región del Valle Central. Las provincias que incluyen de forma preferencial el cultivo de la vid son las de Santiago, Melipilla y Talagante, con la región Valle del Maipo y la conocida subregión Maipo-Andes.
Otro aspecto diferencial de la región es que se trata de la única región chilena sin un acceso directo al océano Pacífico. Por ello, en la subregión vinícola integradas en la región Metropolitana de Santiago no encontraremos los factores derivados de la presencia del océano (brisa y vientos, preferentemente) que tienen una destacada presencia en otras subregiones chilenas. El clima puede calificarse como de tipología mediterránea.
En cuanto a la geografía de la región de Santiago destacan tanto la cordillera andina como la cordillera costera, que enmarcan una depresión intermedia. Mientras en la cordillera de los Andes la altura de los picos puede sobrepasar los 6000 metros (caso de los cerros Marmolejo o Tupungato), en la cordillera costera los macizos alcanzan alturas ligeramente superiores a los 2000 metros, como las montañas Cantillana y El Roble.
Respecto a la economía, debemos tener en cuenta que en ella se encuentra la capital del país, Santiago, por lo que el sector servicios es uno de los más desarrollados. Al igual que ocurre en otras regiones chilenas, en la región Metropolitana también encontramos actividad. Pero si en algo destaca especialmente la región Metropolitana de Santiago es en la producción agrícola y hortícola, de la que un 90% corresponde a tierra de regadío. Cabe destacar que la tercera parte de hortalizas y cuarta parte de frutales de Chile se cultivan en esta región. Además de trigo y maíz, cultivados sobre todo en la depresión central, entre las cordilleras andina y costera, destaca la producción de uva de mesa. En la región encontramos bodegas y viñas en venta cerca de la capital Santiago.
Entre los atractivos turísticos de la región se encuentra, por supuesto, su capital, Santiago. En ella encontramos puntos de interés como el palacio de la Moneda (sede del Gobierno) la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Arte o el edificio del Congreso. En el trazado urbano, que goza de amplias avenidas, se entremezclan las casas señoriales de estilo colonial, habitadas antaño por los colonos españoles u franceses, con elegantes edificios de estilo modernista. Fuera de la capital, el interés se traslada a parajes como los Parques Nacionales de El Clarillo y El Morado, el Cajón del Maipo, envuelto en pueblos pintorescos, y la laguna de Aculeo, en la que es posible practicar tanto la pesca como deportes náuticos. La presencia de la cordillera de los Andes hace que muchos santiaguenses practiquen el esquí, junto con turistas y chilenos procedentes de otras regiones, que acuden a las numerosas estaciones diseminadas a lo largo y ancho de la cordillera andina. Entre ellas, podemos citar Farellones, Lagunillas o La Parva.
La historia de la viticultura en la región Metropolitana de Santiago aparece documentada. Por ello, sabemos que, en los antiguos barrios, hasta mediados del siglo XX, no resultaba extraño encontrar el cultivo de la vid alrededor de las viviendas de los habitantes de Santiago y sus áreas limítrofes, tanto en casas que denotaban un mayor poderío económico como en aquellas más modestas. Sabemos también que el Cabildo o gobierno de la ciudad se encargaba de gestionar en mayor o menor medida de la uva obtenida. Este cultivo de la vid junto a las propiedades se dio a llamar de forma común “parrón” o “parronal”, una costumbre que todavía es visible en algunos barrios antiguos de Santiago. Otro factor importante dentro del cultivo de la vid, que puede extenderse a otras regiones chilenas, es el religioso. Con el cultivo de viñas, los feligreses de las parroquias se aseguraban el suministro continuo de vino con la finalidad de celebrar la eucaristía. Debemos tener en cuenta que antiguamente no existían las facilidades de comunicación de las que Chile goza en la actualidad y, por tanto, durante los meses de invierno se corría el riesgo de quedar aislado con las dificultades que ello suponía para la recepción o envío de mercancías o comestibles.
En esta región encontramos la denominación de origen Valle del Maipo, en la que los viñedos se encuentran en un rango de altitud entre los 400 y los 800 metros. Esta denominación de origen es una de las de mayor importancia y prestigio en Chile gracias a la apuesta por la calidad de los vinos obtenidos a partir de la variedad cabernet sauvignon. El Valle del Maipo se encuentra ubicado entre la cordillera andina y la cordillera de la Costa, atravesado por dos ríos de los que se aprovecha su agua para el riego de los viñedos: el río Maipo y el río Mapocho. Se puede establecer cierta diferenciación entre los vinos dependiendo de su área de producción dentro del Valle del Maipo. En Maipo Medio, con mayor presencia e influencia del sol se producen vinos más afrutados. En la zona de Maipo Costa, cercana a la cordillera de la costa, vinos con una mayor acidez (caso del chardonnay) mientras que, en el Maipo Andes o Alto, con una climatología más fría, se producen vinos con altos niveles de taninos y de mayor estructura.